LABORATORIO DE INMUNOPATOLOGÍA

El objetivo de nuestro laboratorio es identificar alteraciones celulares y moleculares asociadas a la autoinmunidad y comprender los mecanismos a través de los cuales contribuyen al desarrollo o a la perpetuación de la enfermedad. Basados en el Departamento de Inmunología y Reumatología del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, investigamos la biología que subyace a fenómenos clínicos en sistemas in vitro e in vivo con el fin último de proponer nuevos modelos conceptuales que guíen el desarrollo de biomarcadores y estrategias terapéuticas novedosas.

Patogénesis de lupus en tres fases. Las respuestas inmunes se controlan en forma estricta y las pérdidas de tolerancia suelen ser transitorias en individuos sanos. Los pacientes con lupus desarrollan en forma gradual una respuesta autoinmune crónica que se manifiesta por la producción constante de autoanticuerpos y activación inmune. El significado clínico de dicha respuesta es desconocido. En algunos pacientes, productos de la respuesta autoinmune crónica pueden provocar inflamación en órganos blanco. Los factores que permiten la pérdida de tolerancia y el inicio de la inflamación, probablemente son diferentes. Asimismo, las vías patogénicas involucradas en la segunda y tercera fases son probablemente diferentes
Nefropatía lúpica clase IV. Inmunofluorescencia directa contra la cadena ligera lambda. Se observan inmunocomplejos epimembranosos, subendoteliales y mesangiales.

Foto: Dra. Norma Uribe (INCMNSZ)

En personas sanas, el material de células apoptóticas se presenta a células T en un contexto no inflamatorio. Esto contribuye a mantener inactivas las células T autoreactivas (izquierda). En pacientes con lupus eritematoso generalizado (LEG), una serie de factores que incluyen baja afinidad de receptores Fc, baja densidad de receptores de complemento y deficiencias genéticas o adquiridas de componentes del complemento disminuyen la capacidad del sistema de depurar complejos inmunes y material apoptótico. Esto causa una sobrecarga de autoantígenos que, en personas susceptibles, conlleva al desarrollo de autoanticuerpos. Los autoanticuerpos opsonizan células apoptóticas lo que favorece un contexto inflamatorio de presentación antigénica, creando así un círculo vicioso.